Vuelve a disfrutar de la conferencia impartida por Fernando Brugman Álvarez de Toledo, socio 2056, el 7 de febrero de 2023.

De origen español y holandés, Fernando Brugman Álvarez de Toledo, tras completar el bachillerato en Valladolid, cursó estudios universitarios de derecho e integración europea en ambos países. Licenciado por la Universidad de Ámsterdam y especializado en historia cultural europea, fue seleccionado para el curso de Relaciones Internacionales del Instituto Clingendael en La Haya, y premiado con una beca de investigación Robert Schuman en el Parlamento Europeo sobre la revisión de los Fondos estructurales y de cohesión de la UE ante la integración monetaria.

Tras varios puestos temporales en Bruselas, entre ellos el de oficial de información de la Embajada de Pakistán ante Bélgica, la OTAN y la UE, se incorporó al equipo de la Comisión Nacional Neerlandesa para la UNESCO, dentro del Ministerio de Educación Cultura y Deportes, y luego al de Especialista del Programa de Cultura de la UNESCO en París, donde trabajó en el Centro de Patrimonio Mundial y la Sección de Patrimonio Cultural Inmaterial en el ámbito del desarrollo y aplicación efectiva de los tratados internacionales de Cultura, principalmente en Europa y en Asia-Pacífico.

En 2009 se trasladó a la Oficina Regional de Cultura de la UNESCO para América Latina y el Caribe (La Habana), como Coordinador del Programa Regional, y temporalmente como oficial a cargo y director interino. Tras una breve estancia de nuevo en París, desarrolló el programa de Cultura de la UNESCO y la Agenda 2030 en los países árabes, primero desde la Oficina en Beirut, con responsabilidad en Siria, y después en la de Qatar, que se ocupa también de Yemen.

Dejó en 2019 su puesto de funcionario en la UNESCO para volver a España e instalarse en Villafranca del Bierzo, con la intención de contribuir a la aplicación a nivel local y autonómico de los programas internacionales, como profesional independiente. Actualmente es también presidente de la Asociación Cultura54, y secretario del Instituto de Estudios Bercianos.

TEMA

El Patrimonio Cultural Inmaterial son los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, dándoles un sentimiento de identidad y continuidad.

Las políticas y actividades que afectan al patrimonio cultural Inmaterial deben de tener como objetivo principal salvaguardarlo, no conservarlo. A diferencia del patrimonio material, especialmente del inmueble, la integridad y autenticidad del patrimonio inmaterial no son relevantes. Sí lo es la viabilidad del bien, es decir, la recreación y transmisión continua de los conocimientos o técnicas que permiten a la comunidad manifestar ese patrimonio: organizar una procesión, reunirse para la vendimia, tocar instrumentos que transmiten señales de identidad cultural…

A asegurar esa viabilidad se le llama salvaguardia del PCI. A su vez, la salvaguardia puede incluir numerosas acciones distintas, según sean necesarias en cada caso: la identificación, documentación, investigación, preservación, protección, promoción, valorización, transmisión -básicamente a través de la enseñanza formal y no formal- y revitalización de este patrimonio en sus distintos aspectos.

Para poder salvaguardarlo, primero hay que identificarlo y definirlo, siempre con la participación de las comunidades portadoras de ese patrimonio.